Nicolás Cárdenas
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SER AHI
Nicolás Cárdenas
‘Dasein’ en alemán ‘Ser ahí’ fue la condición encontrada por Martin Heidegger –para muchos el más significativo filósofo del siglo pasado– para repensar lo que significa el ser humano, su esencia, el sentido de su ser, que lanzado (yecto) al mundo, al ahí, se entrega a la búsqueda de su poder ser, en la que encontrándose y comprendiéndose fracasa al estar sometido a la caída por su propia condición efímera. El devenir inhóspito de su ser y la angustia derivada de esta condición lo ha alejado de su esencia. La historia de occidente es la historia del olvido del ser, la existencia impropia en la que el mundo, lo que nos rodea, el tiempo y hasta nosotros mismos, todo se ha convertido en recursos para la producción, la acelerada transformación del ahí que responde a las leyes del capitalismo, la sociedad de consumo y la tecnología.
El habernos constituido también en recurso para instrumentar sus leyes intrínsecas, la tecnología, un ser oculto que surge estresándolo todo, ordenando, demandando y desafiando a su paso los seres que toca, ha desencadenado el uso abusivo e irreflexivo de los recursos de la tierra. Recientemente ésta ha comenzado a dar señales de agotamiento y ruptura de su equilibrio donde la deforestación, desaparición de especies, contaminación, deterioro del medio ambiente, cambio climático, etc. son evidencias de que un nuevo jugador surge amenazante y reclama detenernos ante su ser para que el nuestro se incorpore apropiadamente si queremos sobrevivir. Parece que no somos la cima de la pirámide, los señores de la tierra y esta nos interpela llamándonos a ‘guardar conformidad’ con los demás entes que nos rodean, lo ‘a la mano’, de lo que nos servimos para procurarnos una existencia en equilibrio y armonía con el todo y nuestra propia esencia.
La obra de Nicolás Cárdenas a la que se accede penetrando sobre ella, siendo ahí, dispuesta en una original y sorprendente instalación para ser pisada y observada desde arriba, constituye un llamado a la reflexión, a la comprensión de lo que somos, de nuestra esencia, invitándonos a sentir el ser que podemos ser en el mundo, detenernos frente a la verdad oculta, a aquel fondo que no comparece a simple vista. La obra de arte –en palabras de Heidegger– desoculta entidades ayudándonos a ver lo que esas cosas son en realidad, desoculta la verdad invocando la sensibilidad y la consciencia. La consciencia voca, la vocación es la invocación del ‘uno mismo’ a volver hacia sí mismo, es decir, hacia su más peculiar ‘poder ser’*, es decir el hombre entendido como ‘Dasein’.
*Martin Heidegger - El ser y el tiempo