Ana Patricia Palacios
Ana Patricia Palacios
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La ruta
Ana Patricia Palacios
La movilidad humana en la que las familias toman la decisión o se ven obligadas a abandonar sus viviendas es una enfermedad de nuestra sociedad que se ha venido incrementando en forma alarmante. Emprenden una diáspora de incertidumbre constituyéndose en un síntoma de un problema aún más profundo que nos duele y nos concierne a todos. Y es este dolor que expresa Ana Patricia con el cuerpo de su obra y que presenta en esta muestra. Producir sensibilidad sobre este fenómeno significa activar la conciencia sobre el problema y así movilizar fuerzas hacia la búsqueda de opciones de solución que nos ayuden a liberarnos de este dolor humano.
Es evidente que la proliferación de información ha permitido observarnos y acercarnos unos a otros lo que ha puesto en evidencia la diferencia de oportunidades en que nacen y viven las distintas comunidades y cuando el deterioro de las condiciones económicas o de seguridad se tornan insoportables, se justifica asumir los riesgos y la incertidumbre que implica este salto al vacío.
La solución pasa por proveer las condiciones propicias para la constitución de hogares armoniosos en los que el desarrollo humano y la posibilidad de felicidad sean viables respetando el equilibrio y la sostenibilidad con el entorno. Techo, alimentación, salud y educación pueden llegar a ser suministrados universalmente si nos movemos en la dirección apropiada, si sabemos utilizar los beneficios que la tecnología nos aporta de tal forma que la aprovechemos a nuestro servicio y no a la inversa, pues su utilización inconsciente nos está llevando por caminos inciertos y muy posiblemente catastróficos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos en el seno de las Naciones Unidas – Paz, Dignidad e Igualdad en un planeta sano- llevada a cabo en París en 1948 como ideal común para todos los pueblos y naciones, se dio en un mundo estupefacto, aún humeante tras la guerra. Hoy su logro representa un reto global que implica cambios en el paradigma y los valores que nos han constituido y el presente proyecto plantea una propuesta para reflexionar al respecto. Hoy el dolor humano nos concierne a todos y debe servirnos para orientar nuestro destino, guiados por la razón y la fraternidad para evitar una nueva catástrofe.