Carlos Castro
Carlos Castro
Carlos Castro
Carlos Castro
Buscando lo que no se ha perdido
Carlos Castro
CARLOS CASTRO COSECHA
A Carlos Castro le interesa el día a día. La urgencia, la falta de planeación. El hueco de la alcantarilla que no se ve. La solución temporal que (no) va a funcionar. El remiendo que es como una relación enfermiza, como un vicio que no se puede dejar. La condición humana más allá de las clases sociales. Los trabajos “autosustentables” que se hacen y se rehacen y que no sirven para nada. A diferencia de gran parte del arte colombiano obsesionado con la tragedia, Carlos Castro percibe que en Colombia nohay Génesis ni Apocalipsis sino ciclos que se repiten.
La viuda vive su duelo y sigue su vida. Plantas nativas en huecos de alcantarillas. Cuchillos personalizados que crean un ejército, una legión, una máquina de guerra. Cosas dispersas se reunifican y reconstruyen. Y también la posibilidad de volver a generar un fruto, una semilla. Un nuevo comienzo. En 300 dientes existe la historia de 300 bocas, de 300 personas diferentes. Una escultura social, una construcción compartida de intercambios. La loba capitolina, fundadora de civilizaciones convertida en la perra criolla, hija de las civilizaciones. La perra al fin de cuentas es una mamá. Y quiénes son sus hijos?
SANTIAGO RUEDA FAJARDO, 2011