







BIOTECNIA
Desplazamientos de la conciencia.
El diálogo que surge al presentar conjuntamente las propuestas de Nicolás Cárdenas y Aníbal Gomescasseres en cuyas obras se aprecia el contraste entre lo orgánico y lo inorgánico, consigue llevarnos a pensar sobre la pregunta por lo que significa la vida. La tecnología en el mundo de hoy ha evolucionado a tal punto que los objetos técnicos en el mundo de la cibernética, se comportan como órganos naturales. Las máquinas provistas con algoritmos recursivos evolucionan de una forma similar a la dinámica reflexiva descrita por Hegel y los filósofos de la naturaleza como Schelling para explicar la evolución natural. La retroalimentación que anima esta evolución y provee la astucia con la que los seres vivos luchan por perseverar, también ha conquistado el procedimiento con el que las máquinas gestionan la información incorporando la estructura del lenguaje para evolucionar
auto transformándose, y participando también en nuestra evolución. La realidad técnica al igual que la realidad humana y la vida en general tienen su propia dinámica. Gilbert Simondon en su investigación acerca de la evolución de los objetos técnicos, reconoce su devenir orgánico mediante los bucles recursivos(1). La tecnología ha sido el componente primordial en la evolución de la condición humana y la información el elemento que produce su individuación. La información es la operación de una cosa que llega a un sistema y produce en él una transformación que genera el proceso de individuación en que lo contingente que surge del medio se integra, se autorregula y transforma los diferentes objetos y seres del mundo, conformando así un bucle para recomenzar de nuevo el proceso evolutivo(2). Si nuestros órganos son instrumentos naturales, nuestros instrumentos son por lo mismo, órganos artificiales. La evolución es creadora y la vida fundamentalmente artificial. Los órganos se adaptan para convertirse en mejores herramientas. Esta convivencia entre lo vital y lo artificial, entre lo humano y la máquina, entre los algoritmos y nosotros que cada día se expande más, y es lo que expresa claramente la obra de Gomescasseres, señalando cómo desde el advenimiento de la cibernética asistimos a una organicidad inorgánica, lo inorgánico organizante, a través de los dispositivos inteligentes. La cibernética como mecanismo de gobernanza, una ‘gubernamentalidad algorítmica’, también es como un salto al vacío que nos deja una incertidumbre sobre lo ético y la sostenibilidad de la vida. Esta es la pregunta que se observa en la obra de Cárdenas con la que reclama la urgencia de reflexión. Si no es repensada críticamente, esta mecanización tiende a separar a los humanos de la vida. El proyecto de Georges Canguilhem persigue la elaboración de una filosofía de la vida, introducir una biofilosofía que reconozca que la biología antecede a la técnica y aduce que la vida no es reconocida como un “verdadero objeto metafísico”. La vida, el ́Elan (Impulso) Vital descrito por Henri Bergson, produce la invención mecánica, organiza la materia para preservar la vida(3), reconciliando así lo inerte con lo viviente. Para Bergson la conciencia le permite a los humanos escapar de su cautiverio, propone crear con la materia un instrumento de libertad, fabricar una mecánica que triunfe sobre el mecanismo(4) y un consumismo que preserve la vida. La competencia por los recursos de la tierra y su explotación desmesurada demuestra la necesidad de transformación en los valores que le otorgamos a las cosas y los recursos que consumimos si queremos perseverar.
(1) Gilbert Simondon – El modo de existencia de los objetos técnicos
(2) Gilbert Simondon - La individuación a la luz de las nociones de forma y de
información
(3) Georges Canguilhem - La connaissence de la vie.
(4) Henri Bergson – Evolución creadora